¿Qué se observa en el fondo de ojo?
El examen del fondo de ojo permite evaluar diversas estructuras oculares,
incluyendo:
Retina: La capa de tejido sensible a la luz ubicada en la parte posterior del
ojo.
Mácula: La zona central de la retina responsable de la visión fina y
detallada.
Nervio óptico: El nervio que transmite las señales visuales desde el ojo
hasta el cerebro.
Vasos sanguíneos: Las arterias y venas que irrigan el ojo.
Coroides: La capa de tejido que se encuentra entre la esclerótica (parte
blanca del ojo) y la retina.

El examen de fondo de ojo es un procedimiento sencillo e indoloro que se realiza
en la consulta del oftalmólogo. Para dilatar la pupila y facilitar la observación del
fondo de ojo, el médico aplicará gotas oftálmicas midriáticas.
A continuación, el oftalmólogo utilizará un instrumento llamado oftalmoscopio
examinar el fondo de ojo.

El examen de fondo de ojo es una prueba fundamental para el diagnóstico y
seguimiento de diversas enfermedades oculares, como:
– Retinopatía diabética, Glaucoma, Degeneración macular relacionada con la
edad (DMAE), Desprendimiento de retina, Tumores oculares, Hipertensión
arterial, Colesterol alto.

La frecuencia del examen de fondo de ojo dependerá de diversos factores, como
la edad, el estado de salud general y la presencia de enfermedades oculares de
riesgo. En general, se recomienda realizar el examen al menos una vez al año en
adultos mayores de 65 años, personas con diabetes, hipertensión arterial o
glaucoma, y pacientes con antecedentes familiares de enfermedades oculares.

La visión puede estar borrosa durante un par de horas después del examen
debido a la dilatación de la pupila. Es importante utilizar gafas de sol para proteger
los ojos de la luz solar intensa.
El oftalmólogo discutirá los resultados del examen y le proporcionará información
sobre el tratamiento o seguimiento necesarios, según el caso.